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Debate Libertad de Prensa en internet, ¿somos libres de expresar lo que queremos?

3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, un día en el que se celebran los principios fundamentales de la libertad de prensa, un día perfecto para defender los derechos de los medios de comunicación en la difusión de cualquier información de interés público.


El Día Mundial de la Libertad de Prensa fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993. Según un artículo de la UNESCO, el “3 de mayo sirve para recordar a los gobiernos la necesidades de respetar su compromiso con la libertad de prensa y es también un día de reflexión entre los profesionales de los medios de comunicación sobre cuestiones relacionadas con la libertad de prensa y la ética profesional”.

Pero, ¿son libres realmente los medios de comunicación para decir lo que piensan? ¿Para difundir aquello que quieren? ¿Y nosotros?

Libertad de prensa y expresión: ¿somos totalmente libres?

Imagina que dispones de una información muy valiosa y de interés público, pero sabes, que publicándola puedes perjudicar a un tercero, no obstante, si no lo haces, perjudicas al resto de la sociedad. Tu trabajo es informar, por tanto, al final decides publicarlo, no obstante, la persona o entidad perjudicada se entera y te pone una demanda por difamación, haciendo que la noticia sea eliminada de cualquier medio de comunicación. Esto no es libertad de prensa ni libertad de expresión, puesto que te han vetado a hacer una cosa que tú sabías que era totalmente verídica. ¿Dónde queda entonces nuestra libertad de prensa?

 

Con la aparición de internet, el problema todavía se ha agravado más, puesto que con lo de “todo vale, libertad de expresión por favor”, parece que ahora ya no tengamos límites y que todo valga.

 

Quizás podamos discutir si hay o no hay libertad de prensa y expresión, pero lo que tenemos claro es que desinformación sí hay un rato. A pesar de que ahora mismo tengamos cientos de medios por los que comunicarnos, realmente ¿de qué nos podemos fiar? Fíjate, una misma noticia puede estar escrita de manera totalmente distinta dependiendo del medio de comunicación o simplemente aportar información no verificada.

 

Las Fake news sin duda son un problema cada vez más grave provocando que en 2017, el uso de éste término aumentara un 365% convirtiéndose en la palabra del año para el diccionario Collins.

 

¿Y es que, tú te crees algo de lo que te cuentan? Pero es que aparte de las fake news, ahora también se escucha lo de: “todos los medios de comunicación están politizados”, ¿qué quiere decir esto? Según los usuarios en España, encontramos los medios independentistas y los no independentistas. Según los primeros, los segundos manipulan la información a su manera y según los segundos, los primeros adoctrinan. Entonces, ¿quiénes tienen razón? ¿Cómo podemos estar informados de manera totalmente neutral?

 

Cientos de opiniones distintas he escuchado al respecto, y la verdad, es que todavía no lo tengo muy claro. ¿Me puedo fiar de lo que sale en internet? ¿Puedo decir lo que me plazca sin que tenga consecuencias?

Internet es un mar de desinformación, pero ahora no solo nos enfrentamos a la red mediante los buscadores, sino que también con las redes sociales. ¿Qué pasa con ellas? ¿Tienen límites? ¿Somos totalmente libres de expresar lo que queremos a través de estas? A continuación te lo explico.

¿Y las redes sociales tienen límites?

Con el auge de las nuevas tecnologías y la "obligación" de estar conectados 24 horas al día difundimos y generamos contenidos los 365 días del año sin importar el contenido, al fin y al cabo, son tablones donde tenemos la oportunidad de expresarnos o divulgar todo aquello que nos rodea, ¿no?


En este sentido, se están produciendo numerosas situaciones en las que se comparten comentarios racistas, homófobos o de apologías al terrorismo, es por ello, que se han comenzado a imponer causas penales. Aquí es donde nos preguntamos, pero ¿dónde empieza la libertad de expresión y dónde termina la ética y/o moral?


Está claro que las redes sociales son espacios públicos donde la sociedad podemos mostrar nuestras opiniones, expresiones, sentimientos etc, pero se hace necesario que aquellos que traspasen la delgada línea entre la libertad de expresión y la incitación al odio o a la integridad física de las personas sean constituidos como delito.


El sentido común debe primar en definitiva, pero a veces, las redes sociales son un caldo de cultivo para los delitos de odio, humillación o vulnerabilidad del derecho al honor y los jueces deben decidir si se está constituyendo en un delito, ya que, en ocasiones estas situaciones son difíciles de comprobar.


Seguramente, en muchas situaciones no estemos de acuerdo con lo que se publica o con la sentencia que algunos tribunales han llevado a cabo, pero no debemos olvidarnos que Internet es un espacio de convivencia, y por ello, debe estar regulado.


A pesar de esto, las redes sociales nos ayudan a desarrollar y generar esa Libertad de Prensa o Expresión sobre la que somos libres de utilizar, gracias a su enorme disponibilidad.


En conjunto global, el Día Mundial de la Libertad de Prensa es una necesidad que se encuentra recogida en la Declaración Internacional de los Derechos Humanos y diversos tratados internacionales. Es un expresión llena de vitalidad, energía y positividad, ya que, nos ayuda a todos los profesionales que nos dedicamos a la divulgación de información a participar de forma plena en la sociedad.

 

A pesar de las virtudes, en numerosas ocasiones, nos vemos abocados a la pérdida de este derecho tan supuestamente interiorizado por la sociedad moderna. Censura, investigación, espionaje, cárcel, tortura, leyes desmesuradas sobre la libertad de expresión, acoso en las redacciones y en los tablones digitales, asesinatos, agresiones físicas y sin fin de situaciones que pocos dirían que nos encontramos dentro de una democracia.

 

Es sabido que siempre existirán intentos por controlar la información y manejarla como una marioneta por parte de algunos colectivos para vigilar a las masas y dejarlas en ‘jaque mate’, pero ahí es donde debemos entrar los ciudadanos y luchar por defender nuestros intereses en favor de las libertades que hace 26 años nos brindó la UNESCO. Por ello, es un día de celebración pero también de reflexión sobre los enormes obstáculos que muchos de nosotros nos encontramos para ejercerlo.

 

 

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